Wok hierro fundido Ø36.5

Fría los platos más sabrosos en esta bonita y robusta sartén wok.

Puede utilizar este wok en la cocina, en la barbacoa, en el kamado o incluso en la hoguera.
El pesado hierro fundido distribuye y almacena el calor de forma óptima para que la carne o las verduras queden siempre perfectamente cocinadas.

Este wok se adapta a la cocina de exterior de Ø36 y a la cocina de exterior de Ø39 (cae ligeramente más profundo en la de Ø39).

Las sartenes de hierro fundido se recubren con aceite vegetal o cera protectora para protegerlas de la oxidación tras su fabricación, durante el transporte y el almacenamiento.
Antes de preparar alimentos en estas sartenes, debe retirar esta capa protectora. Es sólo una capa mínima.

Para empezar con una sartén de hierro fundido limpia, retira la capa protectora.
Para ello, hay que calentar la sartén hasta que el aceite o la cera puedan limpiarse con un paño de algodón.
Para ello, no es necesario que la sartén esté muy caliente, basta con que la capa protectora sea más fácil de retirar.
A continuación, se puede quemar la sartén.
Esto se puede hacer, por ejemplo, en un horno normal de la cocina a una temperatura de 175ºC a 200ºC, pero también se puede utilizar una placa de cocción, un hornillo o una barbacoa.
Si utiliza un horno, coloque la sartén en el horno durante aproximadamente media hora. El calor abrirá los poros del hierro fundido.
Ahora unta tu sartén de hierro fundido con un poco de aceite vegetal (por ejemplo: aceite de girasol, de cacahuete o de linaza).
Sólo tiene que ser una capa muy fina, no es necesario que se vean gotas. Volver a quitar el exceso.
El aceite cerrará los poros.
A continuación, vuelva a meter la sartén de hierro fundido boca abajo en el horno durante al menos media hora o más hasta que empiece a humear (esto debería ocurrir a una temperatura > 175ºC).
A continuación, dejar enfriar suavemente la sartén de hierro fundido.
Nota: ¡no bajo el grifo con agua corriente fría!
Si repite este proceso tres veces, la sartén de hierro fundido formará una capa protectora de color negro intenso y brillante (denominada capa de pátina).
Esta capa forma una capa antiadherente natural y también proporciona protección contra la oxidación del hierro fundido.

Es importante limpiar la sartén de hierro fundido después de cada uso.
Conviértalo en un hábito regular para que se convierta en una rutina para usted.
La limpieza de la sartén de hierro fundido debe realizarse inmediatamente después de su uso.
Así que no los dejes con restos de comida durante un tiempo.
Nota: Enjuague una sartén de hierro fundido caliente después de usarla y no aclarar con agua fría.
Retire los restos de comida y utilice una espátula de plástico o una espátula (de masilla) para raspar.
Si la sartén está muy quemada, también puede utilizar un cepillo de alambre o el fregadora de malla ¡De Barebones!
Si no los tienes a mano, una buena alternativa es espolvorear sal sobre la superficie sucia de tu sartén de hierro fundido y luego usar una espátula para raspar los restos de comida.
A continuación, enjuaga la sartén con agua tibia.
Se permite el uso de una cantidad muy pequeña de detergente común. Enjuague bien la plancha después con abundante agua.

Sin embargo, no utilice detergentes u otros productos de limpieza a los que se hayan añadido ingredientes químicos agresivos (en caso de duda, ¡NO utilizar!).
Como el hierro fundido es poroso, pueden quedar restos de jabón. Esto puede dar un regusto desagradable.
Otro pecado mortal es limpiar la sartén de hierro fundido en el lavavajillas.
Esto provoca automáticamente la oxidación de la superficie (la sartén de hierro fundido aún puede restaurarse rehaciendo lo anterior).
Deje que la sartén de hierro fundido se seque bien (a ser posible, calentándola ligeramente).
A continuación, utilice una parte limpia del mismo paño para eliminar el exceso de producto de mantenimiento o aceite.
El objetivo es rellenar los poros con el producto de mantenimiento o aceite.
En el caso de las sartenes de hierro fundido, no sólo hay que tratar la superficie sobre la que se fríe, sino también el exterior y la parte inferior.
Ahora coloca el molde boca abajo y deja que se enfríe completamente. Ya puedes guardar tu sartén de hierro fundido.
Si tu cacerola tiene tapa, utiliza un trozo de madera o cartón para dejarla entreabierta.
Si la olla se va a guardar durante más tiempo, se pueden poner algunos periódicos viejos en la olla.
Estos extraen la humedad de la sartén. Con un mantenimiento regular y adecuado, su nueva sartén de hierro fundido durará toda la vida.

¡CUIDADO!
Durante el uso, la sartén wok se calienta. Se recomienda utilizar guantes resistentes al calor.

Entre otras cosas, puede elegir entre varios hierro fundido cacerolas de varios tamaños.